Opiniones Desenfrenadas

¿Por qué no amo Venezuela?

Foto referencial de una protesta en la Av. Victoria.

                      

Saludos para todos, sobre todo a los venezolanos. Sé que mayormente en mi blog hago reseñas de muchas cosas, o doy tips de belleza, porque al fin y al cabo mi mayor pasión es la música, el cine, el maquillaje y todo lo relacionado a cuidarse a sí mismo y a darle alegría al día a día con tendencias, pero la verdad, siendo venezolana es inevitable que decida hacer un post referente no solo a la tensión actual en el país, sino a mi pensamiento, mi opinión, mi idea sobre este territorio en el que llevo años viviendo, y que cabe destacar, es un pensamiento que también lleva años conmigo.
Si algo es inevitable en nuestro destino es la familia y el país, lo digo porque uno no los escoge, uno simplemente nace y listo, ya está determinada quién será tu familia y cuál será el país en el que vivirás, al menos por un tiempo. Eso es algo básico que nadie discute, pero lo que ya comienza a hacer ruido y a generar rencor es cuando individuo va desarrollándose y dice: “No me gusta mi país”, o “no me gusta mi familia”.
Nunca he entendido a ciencia cierta la necesidad de inculcar patriotismo forzado en cada ciudadano de este planeta, aunque claramente hay naciones más libres en ese aspecto que otras. Venezuela no se salva de ser “libre” en ese sentido, y es casi obligatorio que al nacer aquí, ames este país si o si, de lo contrario, las críticas negativas, las ofensas y hasta las peleas serán bienvenidas todos los días de tu vida.
Ese es el comienzo de mi extraño desapego a Venezuela, desde que tengo uso de razón nunca me sentí del todo identificada con el país, y ojo, no por eso la odio. Muchos me dijeron que este post debería llamarse “¿Por qué odio Venezuela?”, y si bien constantemente uso el término “odio” en tuits o estados en redes sociales, no quiere decir que lo sienta profundamente, es simplemente una expresión de mi frustración al vivir aquí. Pero lo que si es cierto, es que NO AMO este país, porque así como el odio es algo muy fuerte, el amor también es un sentimiento demasiado hermoso para sentirlo en estos momentos (o en el pasado) por Venezuela, al menos para mí.
Y aquí empiezo los contrastes, si bien disfruto el humor nacional y hasta formo parte de ello, hay límites que realmente no apruebo. No apruebo la constante burla a cualquier persona que tenga otra nacionalidad si esta persona no tiene tu confianza y no aprueba esa burla. Pongo como ejemplo entrar a un abasto y ver a una persona de rasgos asiáticos e inmediatamente llamarlo “epa chino/a”, sin siquiera conocerlo/a. Probablemente este/a individuo/a ya esté acostumbrado/a a ser vociferado de esa forma, pero es muy posible también que le incomode, pero ahí es donde fallan muchos venezolanos: No nos importa lo que sientan o piensen los demás, solo lo que pensamos o sentimos nosotros.
Lo peor de todo esto, es que son muchos los venezolanos que les fascina exclamar ofensas a otros, pero apenas la situación se invierte, se hacen las víctimas y realmente se ofenden, por lo que creo que la doble moral también aplica en este sentido.
No me identifico con las ganas de literalmente usar cada 5 segundos una grosería para expresar un simple pensamiento, y que de inmediato aquél que no lo haga sea tildado de “ridículo” o hasta “gay”, a mi parecer, cambiar constantemente cualquier palabra por una grosería es lo que realmente te hace ridículo. Y también creo que llamar a alguien “marico”, para burlarse de su orientación sexual, es realmente básico y cae en lo más ignorante posible. Obvio, no por eso andaré criticando a aquellos que usen estos términos como un simple coloquio diario, pero si resulta molesto que aquellos que prefieran no usar groserías sean los “raros” del asunto.
Pero estos son realmente detalles, detalles mínimos que me molestan pero he aprendido a aguantarlos. Ahora bien, profundizando más el tema, algo que realmente me molesta es el exceso de ignorancia e incultura que abunda en este país. No es mentira cuando dicen que cada día que pasa, menos personas leen, menos personas deciden ampliar sus conocimientos, porque Venezuela es el mejor ejemplo de ello (a diferencia de otros países).
No generalizo porque gracias a Dios hay algunos venezolanos que se excluyen de esta situación, pero lamentablemente, basándome en lo que he vivido, pareciera que la mayoría si cae en la incultura y la ignorancia, y aquí no importa si eres opositor o chavista, es en serio cuando digo que la MAYORÍA ES IGNORANTE.
Mayor prueba no puede haber sino justamente ahora, en este momento, mayo de 2017, en plenas protestas y tensión nacional. Esto puede que les duela a algunos, que los ofenda, que me odien y más, y la verdad no es algo que me afecte en lo más mínimo, pero cada día que pasa queda demostrado que son más los opositores que terminan siendo lo mismo que los chavistas, con la única diferencia de no apoyar el gobierno…eso es todo, literalmente.
Sin ir tan lejos, vean cómo han agredido a los periodistas últimamente. Si bien es obvio que la represión de oficialistas a periodistas es mayor, no es mentira que ya hay varios casos de manifestantes opositores agrediendo a periodistas de medios nacionales. Entiendo la molestia por la censura impuesta por CONATEL (no por los medios mis amigos ignorantes, por CONATEL, por el mismo GOBIERNO), y está bien si deciden reclamarle educadamente al periodista, pero no tiene sentido golpearlo, agredirlo, insultarlo, porque al fin y al cabo adivinen a quiénes se parecen…si, a sus mejores amigos, los chavistas.
Otro gran ejemplo, que me fascina, la querida obsesión con el socialismo indistintamente de tu posición al gobierno. Sucede cuando vas a un abasto, y te venden un pan a 1000 Bs. Y piensas “Caramba, qué caro, este comerciante si es carero y bachaquero, sé que hay inflación, pero este quiere demasiada ganancia, es un aprovechado “. Si usted tiene ese pensamiento, lamento decirle que es socialista inconscientemente y que cae tan bajo como cualquier chavista.
Y así un sinfín de ejemplos, desde el clásico venezolano opositor que lamenta como Macri está pasado de “cruel” en Argentina (vaya, en este caso se nota que no está preparado entonces para cambiar de gobierno en Venezuela, así no lo apoye) hasta el querido venezolano “conformista” que quiere todo regalado prácticamente, que no quiere esforzarse en lo más mínimo para obtener las cosas. Eso amigos míos, sin importar si eres chavista u opositor, es un pensamiento socialista, y les confieso algo: muchísimos venezolanos, una gran mayoría, lo tiene, tiene la semilla socialista, y lamentablemente será bastante difícil eliminarla y es el cambio radical que se necesita.
Probablemente vengan algunos a decir “pero eso no es no amar al país, es la gente”. Señores, un país es su gente, es un “territorio, con características geográficas y culturales propias, que puede constituir una entidad política dentro de un Estado” según la mismísima RAE, y las características culturales CREO YO, no se obtienen con un árbol o una montaña, sino con las personas, por lo tanto no me equivoco al decir que no amo Venezuela, por más bellos que sean sus paisajes y lo rica que es su comida, no la amo, porque hasta eso está destruido en gran parte por su gente, y eso empeoró con este mandato de 17 años, aunque ya desde antes se venía destruyendo.
Si hiciera la lista detallada de absolutamente todo mis motivos para no ser patriota de Venezuela, de verdad no terminaría el post, pero les di unos cuantos aspectos que resumen muy bien mi sentimiento de apatía con el país. Al fin y al cabo, no es mentira que uno vela más por sus intereses personales que los colectivos, y la verdad, velo por mí misma porque ya hace mucho tiempo que no quiero dar la vida por un país que está invadido de delincuentes e ignorantes, lamentablemente.
¿Por eso te voy a obligar, a ti querido lector, a que “odies” Venezuela? No, es más, si tú amas este país entonces te admiro, aprecio que seas tan optimista a pesar de todo, y solo te pido que entiendas mi posición y no me obligues a cambiar de pensamiento, porque no estoy obligando a cambiar el tuyo.

Quizás en otra ocasión consiga más aspectos para no sentirme identificada con el país, por ahora me conformo con estos, y cierro comentando que realmente Marcos Pérez Jiménez era demasiado para Venezuela. Tengan buen día/noche. 
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