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Pensamientos y creencias que pueden arruinar tu salud mental

¿No te ha pasado que tienes alguna idea en la cabeza que no te deja estar tranquilo, a pesar de que parecieria una idea radical sobre algo? Por ejemplo, cuando llegas tarde al trabajo y crees que por eso todo el día está arruinado, o cuando se te cae la taza de café y sabes que la mañana ya no será bonita. Aunque no lo parezca, esto forma parte de nuestros pensamientos y creencias internos que a la larga podrían ser dañinos si no los analizamos con claridad

Pero ese es el reto ¡analizarlos! e incluso identificarlos, pues es una tarea que no cualquiera se plantea. Por eso he venido a ayudarte ofreciéndote algunos datos claves para identificar esos pensamientos y creencias automáticos que pueden estar saboteando tu estilo de vida.

Cabe destacar que esto es solo tomando en cuenta mi experiencia personal con terapias y al mismo tiempo, escuchando situaciones de otras personas. PERO de ninguna forma te recomiendo que esto lo cambies por palabras de profesionales y MUCHO MENOS lo tomes como terapia. No soy psicóloga ni terapeuta profesional, solo soy una millennial que quiere ayudarte a tener un día más tranquilo. 

¿Comenzamos?

¿Qué diferencia hay entre pensamientos y creencias?

Este tema puede ser denso porque abarca no solo el campo de la psicología, sino también la filosofía. Por esa razón, prefiero simplificarlo un poco con lo que hasta ahora he aprendido y que además pueda explicar mejor. Insisto, no soy experta en estos temas, por lo que no puedo hablar de manera científica o con términos complicados si no se trata de algo que domine.

Tomando en cuenta la definición de la Real Academia Española (RAE), la creencia «es el firme asentimiento y conformidad con algo«; una idea considerada verdadera y que por eso se le da crédito como algo cierto. Las creencias se asocian mucho a la religión y al dogma porque también pueden ser paradigmas basados en la fe, los cuales pueden no tener demostración absoluta, y muchas veces tampoco tienen fundamento racional. 

Las creencias suelen tener asociación con la religión. / Foto: Unsplash

También es importante destacar que las creencias tienen mucha variedad, pues hay creencias abiertas, creencias religiosas, creencias sociales, etc. Además, algunas pueden ser limitantes y otras potenciadoras. En el caso de las limitantes, son las que dificultan el aprendizaje, mientras que las potenciadoras reaccionan de forma contraria, potenciando nuestras ideas y hasta el autoestima. 

A diferencia de las creencias, los pensamientos se elaboran por la mente y pueden aparecer por procesos del intelecto o por procesos abstractos de la imaginación. En palabras textuales de definicion.de: “el pensamiento es aquello que se trae a la realidad por medio de la actividad intelectual”.

En conclusión, podría decirse que la principal diferencia entre pensamientos y creencias es que los pensamientos son los procesos más cotidianos que elabora la mente, mientras que las creencias son los asentimientos que tienes con firmeza para creer que algo es cierto. 

Conociendo más a profundidad los pensamientos que pueden ser destructivos

Hace poco tuve una terapia que me marcó por muchas cosas, sobre todo por el aprendizaje sobre los pensamientos que pueden surgir aleatoriamente y hacernos daño. En palabras de mi terapeuta, estos pensamientos son conocidos como “distorsiones cognitivas” (es el término técnico). No quiero entrar en un campo desconocido, pero puedo resumirte que estas “distorsiones” no son más que pensamientos que pueden sabotear la realidad y ser destructivos para tu salud mental. 

Ojo, tenerlos es natural, pero el daño surge cuando te acostumbras a ellos y no pones de tu parte para darle un límite. Además, estos pensamientos también pueden ser dañinos para otras personas, lo cual también debería ser reducido porque es ahí cuando la famosa “empatía” entra en juego. 

No daré todo el listado de pensamientos automáticos o “distorsiones cognitivas” que hay, pero enunciaré los que son más comunes, tanto en mi experiencia como en lo que he evidenciado con otras personas.


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“Todo o nada”

Este pensamiento se ha popularizado mucho en la actualidad, sobre todo en redes sociales. Surge cuando las personas ven una situación desde dos perspectivas, sin considerar que puede haber una gama de alternativas. 

A mi parecer, el tener este tipo de pensamiento en tu mente a cada rato y no analizarlo puede convertirte en el radical de alguna creencia. Un gran ejemplo de ello es que estos pensamientos generan discusiones fuertes sobre religión y política

Los pensamientos «todo o nada» pueden ser muy radicales y generar conflictos
Foto: Unsplash

Algunos ejemplos de estos pensamientos son el: “nadie me quiere”, “soy la persona más linda de este país”, “todas las mujeres son fáciles”, “todos los hombres son una basura”, etc. 

Por si acaso, las generalizaciones tienen mucho que ver con este tema, aunque no tiene nada de malo usarlas para bromear sobre algo. El conflicto se da cuando se tienen estas ideas como verdades absolutas

“Adivinación del futuro” o catastrófico

Como el nombre indica, es cuando te adelantas a los hechos antes de tiempo y crees que todo va a ser negativo. Es otro pensamiento común, y no niego que en mi caso, es el que más me ha costado superar. 

El ejemplo que di al principio es referencia de ello, pues si se te cae la taza de café y de inmediato piensas que ya por eso tu día será fatal, entonces estás teniendo un “pensamiento catastrófico”. Y eso por mencionar un ejemplo, porque del resto, te puedo asegurar que al menos en algún momento de tu vida lo has tenido. 

El querer catalogar

Este pensamiento se da cuando le das a los demás o a ti mismo una etiqueta global sin tomar en cuenta todas las evidencias necesarias para saber si realmente es necesaria. Esto es algo recurrente y que también suele ser difícil de controlar.

De hecho, creo que la humanidad lleva años dependiendo de estas “etiquetas” . Sin ir tan lejos, es algo evidente en las redes sociales, pero al ser llevado al extremo, también causa mucho conflicto y daño. 


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Sobre generalización

Este tipo de pensamiento se da cuando llegas a una conclusión negativa que exagerá más de la cuenta, pues no se ajusta a la realidad. Los ejemplos podrían ser similares a los que di en los pensamientos “todo o nada”, con la diferencia de que la sobre generalización suele darse por alguna situación personal.

Estos son tan solo algunos de los ejemplos que puedo darte sobre los tipos de pensamientos automáticos que son más comunes y que además pueden ser destructivos para el autoestima y la comunicación sana.

¿Es malo tener estos tipos de pensamientos?

Quiero que sepas que no es malo tener este tipo de pensamientos, por eso mencioné antes que son pensamientos naturales que muchas veces no puedes evitar. 

No te sientas culpable por tener estos pensamientos / Foto: Unsplash

No te tienes que sentir culpables por ellos, pero hay un límite. Es importante que los identifiques para que no te encierres en una burbuja mental que podría generar molestia o emociones exageradas en tu día. Además, estos pensamientos también pueden causar conflictos en tus relaciones con los demás. Recuerda que también deberías evitar herir a otras personas.

Aprendiendo a sanar y a identificarlos

Para que puedas identificarlos, te dejaré una lista de consejos que puedes poner en práctica cuando te sientas preparado para ello:

  • Ante una situación de estrés o tensión extrema, evita reprimir tus emociones y tómate un par de segundos para respirar y tratar de entender qué pasa por tu mente. Así podrás saber si estás teniendo un pensamiento automático que te está haciendo daño.
  • Ten cuidado cuando discutas con alguien, la ira es normal, pero también es importante saber si no estás cayendo en un pensamiento automático antes de tiempo. Trata de analizar si estás haciendo juicios de valor que no van al caso o si incluso estás adelantándote a los hechos.
  • Cuando sientas que te estás subestimando mucho, sobre todo con tus metas personales, cierra los ojos un momento y respira. En ese instante, analiza tus pensamientos para saber si no estás cayendo en una distorsión dañina, sobre todo cuando surgen frases como el “debo que” o “tengo que”.
  • Ten cuidado con las discusiones con desconocidos, sobre todo en redes sociales. Antes de emitir un comentario, piensa bien si vale la pena hacerlo, tomando en cuenta que no estés cayendo en algún pensamiento automático. 

Recuerda también que estos son solo unos pocos consejos para que puedas poner en práctica la identificación de estos pensamientos y creencias, sobre todo para que puedas tener mayor tranquilidad con lo que haces. Aún así, si necesitas ayuda, nunca dudes en pedirla. La ayuda profesional es siempre positiva si crees que no puedes hacer el cambio tú solo.

Espero te haya sido útil esta información, y ten presente que es solo parte de la gran cantidad de cosas que pueden pasar por tu mente que pueden interferir con tu tranquilidad. No olvides poner de tu parte para evitar hacerte daño y también evitar herir a otros. 

¡No olvides compartir! 🙂

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