Dos conciertos en Lima para recordar: Keane y Vivo x El Rock 2019

Han pasado unos cuantos días desde que no se actualizaba este blog, pero esta vez decidí narrarles un poco la experiencia que tuve con estos conciertos en Lima que muchos peruanos probablemente mantendrán con orgullo por bastante tiempo: Keane en el Parque de La Exposición y el Vivo x El Rock 2019.

Quizás parezca algo repetitivo o cansino y les suene similar a “otra crónica del montón”, pero esta vez quise enfocarme en narrarles no solo esta experiencia, sino algunas reflexiones que pueden ser buenos consejos a considerar si tienen pensado ir a algún festival o concierto “un poco pesado” en el futuro.

Keane en el Parque de la Exposición: Britpop del bueno

Creo que nunca ha sido secreto mi afición por el britpop y la música británica en general. De alguna forma u otra, todo el tiempo termino identificándome más con bandas de ese lado del mundo que con otras. Quizás sea por su típica combinación de letras tristes + melodías felices, o solo por instinto. Lo cierto es que Keane no se salvó de formar parte de estas bandas que siempre me han gustado, y más aún cuando surgieron comenzando los 2000s. Desde ese entonces, siempre tuve un amor muy fuerte por ellos.

Jamás creí verlos en vivo cuando vivía en Venezuela, y al ver que estaba esa oportunidad acá en Perú, no la desaproveché. Tristemente no pude conseguir las entradas más próximas para el escenario pero ¡Hey! Si en algún momento les pasa como a mí, si hay forma de apreciar bien a estos artistas.

En mi caso, obtuve una entrada con descuento para Campo B, y en este espacio solo había Campo A (el más próximo) y Campo B. Si tienen alguna banda que no sea tan de “llenar estadios”, pueden aprovechar bastante cualquier tipo de entrada para apreciarla bien.

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En pocas palabras, solo me organicé bien para no ir tan tarde y disfrutar bien el concierto. Empezaba a las 9 p.m. y salí de casa a las 4:30 p.m. para llegar a eso de las 5:30 p.m. (vivo un poco retirado del lugar). Con un poco de correteo como siempre, pude acercarme lo más posible a la separación de Campo A y campo B. Desde ahí estaba bastante cerca del escenario y pude disfrutarlo como no tienen idea.

Una banda que es magistral en vivo

Creo que ver a Keane en vivo es algo magnífico, y más ahora que tuvieron un retorno muy exitoso luego de años de descanso. Tom (vocalista) sigue teniendo una voz preciosa y angelical, de hecho, cuesta creer que haya pasado esta década y sigue igual por ese lado. Es cierto que está más delgado, pero justamente muchos aseguran que se ve más radiante que nunca. Recordemos que tuvo problemas de adicciones en el pasado, y es bueno verlo tan sano, feliz, y simpático con su audiencia.

Pero además de ello, Tim sigue siendo todo un maestro con el piano y Richard no ha dejado atrás su aura tranquilo y emocionante. Para variar, su más reciente miembro, Jesse, ha deslumbrado mucho y en el público miles le dedicaron carteles felicitándolo y agradeciéndole formar parte de la banda, por lo que el chico se ha sentido muy emocionado al respecto.

Lee aquí mi experiencia con The 1975 en Lima

Ninguna canción tuvo falla, ninguna. De hecho, las baladas eran la mejor parte porque sin el bullicio de la gente que es algo peculiar, se podía apreciar más la voz de Tom. Sorprendió que hasta tocaron temas como “A Bad Dream” y “She Has No Time”, los cuales no son tan comercialmente conocidos pero es excelente escucharlos en vivo.

Nunca es mala idea disfrutar un concierto apacible

En pocas palabras, Keane es de esas bandas que hacen de tu noche algo relajante, algo más chill para pasar un rato agradable, y que de tú tener alguna banda similar, no dudes en aprovechar alguna entrada si llegasen a visitar la ciudad donde vives. Lima, por ejemplo, es una ciudad que constantemente recibe artistas, así que siempre hay probabilidades.

Lo bueno de un concierto como este es que al ser géneros más suaves, no hay tantos empujones ni pogos o algo similar que pueda dificultar apreciar bien al artista. Obviamente si hubo brincos, gritos, llantos, etc., pero creo que es lo normal de un concierto.

Si quieres ver los videos de este concierto, pincha aquí

Uno de los mejores conciertos en Lima: Vivo x el Rock 2019

Ahora hablamos de las ligas mayores, porque se trata del Vivo x El Rock, uno de los conciertos en Lima más anhelados todos los años. Como varios sabrán, este es un festival que ya lleva varias ediciones en la capital, y pues cada año se va popularizando más internacionalmente y eso atrae artistas de gran calibre. Este año fue el claro ejemplo de que su crecimiento sigue con fuerza, pues se presentaron artistas como Slipknot, Mago de Oz, The Strokes, Fito Páez e Interpol.

Y pues la entrada para algunos podía parecer un poco costosa, pero a decir verdad, es bastante económica a comparación de otros conciertos, y más si tienes la oportunidad de disfrutar de tantos artistas que son de gran reconocimiento.

Yo estaba dudosa de ir por unos cuantos motivos, pero luego de que además de The Strokes, se confirmara Interpol, pues no dudé en buscar como sea la forma de asistir.

Eso sí, acá es importante recordar que este concierto no se compara al de Keane porque primero que nada, es un FESTIVAL, y eso siempre hace que la experiencia sea más ajetreada, haya más adrenalina, y bueno…te toque fuertemente tener mentalidad de luchar en un apocalipsis zombie, lol.

Una tarde llena de metal y recuerdos

Lamentablemente por el tráfico no llegue a ver a The Rasmus y perdí esa parte de mi nostalgia, pero si pude disfrutar a Mago de Oz y Bullet For My Valentine, y claramente muchos recuerdos de mi adolescencia vinieron a mi mente. Mago de Oz fue impecable en su presentación y nunca deja de enamorar a los peruanos, pues siempre que hay festival, aceptan venir y deciden presentarse con gusto. Y a pesar de que vengan tan seguido, siguen siendo expertos en realmente llenar un estadio.

Con Bullet For My Valentine la experiencia fue también asombrosa, sobre todo porque siguen manteniendo su vibra metalcore intacta y eso se aprecia a pesar de los años.

Piénsalo bien si decides pedir comida o bebida

Claramente estos festivales tienen el truco de vender muy caro los alimentos y bebidas porque de eso dependen bastante. Pero más allá del precio, lo cual es de esperarse, lo malo suele ser la espera. Recomiendo que si alguna vez te toca ir a un festival, lleves suficiente dinero y te dediques a buscar bien un punto para comprar comida que no esté tan abarrotado de gente. De ser posible, lleva una bolsa (eso si pueden permitir que lo ingreses), y compra la comida lo antes que puedas. Si no tienes hambre, la guardas en la bolsa ¡Y listo!

Otro consejo: rinde muy bien el agua. El agua es siempre lo más caro en los conciertos, y tristemente acá en Perú es normal que no la agreguen gratis en nada. Por eso, yo rindo la botella de 675 ml. Básicamente todo el concierto al que voy.

¿Te digo algo curioso? En estos festivales venden cerveza casi al mismo precio que el agua. Por eso digo que hay que rendir bien el agua y no te enloquezcas con la cerveza, sino luego pararás en el baño portátil a cada rato, lo cual no es agradable y en mi caso, hizo que perdiera unas buenas canciones de Interpol (sigo llorando).

Si quieres ver los videos del Vivo x el Rock 2019, pincha aquí.

Aprendiendo a apreciar bien los conciertos en Lima

No creo que sea la de mayor experiencia en conciertos, pero sí he ido a unos cuantos de géneros bastante pesados que me han enseñado a saber cómo ir adentrándome entre la gente sin molestar y pudiendo aprovechar bien el espacio para disfrutar bien del artista.

Luego de haber presenciado las maravillas de Fito Páez, decidí en plena presentación suya ir adentrándome al escenario aledaño para ver bien a Interpol porque moría por verlos bien de cerca, pues tengo también una fuerte fijación con esa banda. Así hice claramente, y por eso pude ver con detalle a cada uno de los miembros.

Esta banda en vivo es sublime y fascina el hecho de que mantengan su estilo tan elegante y particular en escena. Realmente quedé enamorada con sus temas, y al menos pude medio llorar con «Take You on A Cruise«, dado que luego me dieron unas horribles ganas de orinar y tuve que buscar un baño (lo único malo de esa noche porque me perdí al menos 4 canciones buenas).

De Slipknot a The Strokes: Aprendiendo a sobrevivir

Para finalizar mi anécdota de este concierto, no podía dejar por fuera mi experiencia con The Strokes y Slipknot. Para comenzar, Slipknot fue claramente una de las bandas más esperada en la noche. El estadio estaba a explotar de gente y dado el género que tocan, la cantidad de pogos eran bastantes.

Me gusta mucho Slipknot, pero no soy fan, por lo que decidí disfrutarlos solo a cierta distancia que igual fuesen visibles, y aún así brinqué y grité bastante. Luego de eso, decidí adentrarme poco a poco al otro escenario para ver a The Strokes.

¿Truco para sobrevivir en estos casos? Primero decide bien qué banda realmente atesoras y deseas ver más de cerca. En estos casos, debes ir acercándote a verla DESDE LA BANDA ANTERIOR, no cuando ya tu banda se va a presentar. Y tienes que ir planeando tu camino entre la gente sin empujar en un principio.

Esto es porque al final, la gente siempre termina empujándote cuando la banda comienza a tocar. En esos casos, si deseas verlos bien de cerca, aunque suene raro, déjate llevar, y evita que se te “coleen” otras personas, de esa forma podrás estar muy adelante y ver todo con detalle.

Eso me permitió presenciar muy de cerca de The Strokes y no tienen idea de cómo lo disfruté. El ambiente era una locura, la gente lloraba, gritaba, coreaba, etc.

Además, Julian sigue igual de rebelde y cínico como siempre (hasta él mismo lo confesó). La emoción para mi fue única, sobre todo porque iniciaron con “Heart In a Cage”, mi tema favorito. Se podrán imaginar la locura de la gente si iniciaron con ese solo de guitarra tan reconocible.

Para concluir este post, solo me queda decirles que si quieren experimentar con conciertos, nunca duden en ir, así tengan 18 o 40 años, eso sí, siempre con precaución y teniendo buena organización al respecto, eso evita luego pasar sustos indeseados.